Javier Santos Baez. Pagina Personal. Personal web pages.
Oscar in memoriam
Oscar Escamilla Corres (1936-2007)
             Cuando un amigo se va                      Por Javier Santos
No estoy seguro del camino que deben tomar estas líneas. No hay un objetivo primario, secundario o metas específicas. Acabo de recibir la noticia y aún no la asimilo totalmente, pero sé que tengo que escribir algunas cosas por él y por mí.
Para ser políticamente correcto, y no entrar en conflicto con la percepción que cada quien pueda tener del amigo, es importante aclarar. Aclaro, entonces, que solo son mis ideas, mis conclusiones y mis percepciones de Oscar. Sé que a él le gustarán mis aclaraciones por esa visión conciliadora de la realidad que tuvo.
Lo que yo ví y aprendí con Oscar no son concepciones absolutas, sino que está basado en un enfoque personal nuestro, en un contexto específico dentro y fuera de la universidad y en el cotidiano andar entre alumnos y maestros y demás integrantes del entorno familiar y social.
Las reflexiones en el entorno de Oscar eran muy comunes. Todos participaban. Su agudeza lógica y sus conclusiones metódicamente obtenidas eran casi inapelables por la fortaleza de las ideas, basadas además en muchos estudios con diferentes fuentes desde religión, pasando por cienciología y metafísica, hasta lógica matemática y física.
Sin embargo, siempre estaba dispuesto a la polémica. Aceptaba el reto y en ocasiones no tenía la respuesta al momento, por lo que se tomaba un tiempo para responder. Reflexionaba y regresaba con una contundente respuesta que podía ser a favor o en contra. Nunca olvidaba o dejaba pasar un reto intelectual. Se definía a si mismo como una persona reflexiva que necesitaba tiempo para pensar. Casi nunca tenía reacciones impulsivas.
 
Hace un tiempo le comenté mi percepción respecto de la falta de reflexiones en mi actual país. No recuerdo exactamente su respuesta, pero si mi sensación de que no se trataba del nuevo hogar o la barrera linguística o cultural, sino de la presencia cercana de Oscar y el grupo de amigos que nos sentábamos en su oficina a tomar café, el mismo que, a veces, él proveía de su termo. El café, claramente, debe tomarse caliente, de lo contrario se debe recalentar. La cantidad adecuada de azúcar es importante para darle un buen sabor. Su cigarro no debe faltar y, aunque casi ninguno de los demás amigos fumábamos, allí nos manteníamos, compartiendo el humo de su cigarrillo y reflexionando.
Su bondad es legendaria. Siempre preocupado por el prójimo, no podía dejar de involucrarse en cuanta situación se le presentara. Mientras más necesitada la persona, más su compromiso en ayudar. Su relación con los alumnos reflejaba esta situación a la perfección. Se involucraba totalmente, hablaba con el maestro, con el coordinador, con el director, con el director general académico, con el rector, con los padres, en fin con todos los que pudieran y estuvieran dispuestos a escucharlo. Con ese ímpetu resolvió muchas situaciones que ahora son anónimas. Varias veces le hice notar mi percepción sobre la barrera que no debíamos cruzar en ese sentido, pero él no creía en barreras cuando su corazón le decía que había que actuar. Algunos de los que colaboramos con él enfrentamos situaciones difíciles por ese ímpetu, lo cual era parte del precio por tenerlo cerca.
 
Varias veces me comentó su intención de escribir sus ideas y reflexiones, pero al jubilarse me dijo que disfrutaba mucho su nueva situación, así que prefería hacer esperar cualquier nuevo proyecto. Estoy seguro que sería un excelente y único material.
Tratando de adivinar algunas de sus ideas, basado en mis percepciones de nuestras pláticas y quizá en lo que me gustaría ver escrito por él me atrevo a escribir algunas reflexiones. El origen de ellas puede ser religioso, metafísico o de cualquier otro orden que formó parte de su arsenal. Aquí van de manera muy general.
 
Existe una conciencia superior a la cual nos debemos, y conectamos, todos y a la cual pedimos y extraemos ideas e información. Hay varias acepciones de esa conciencia superior, que van desde Dios hasta una entidad común a todas las mentes humanas. Al estar conectados a ella, podemos intercambiar información de nuestro cerebro con otros, de manera conciente o no. Fallecidos o vivos, todos forman parte de ella. Se puede, inclusive, modificar situaciones a través de ella.
Solo tenemos nuestros sentidos para percibir el mundo que nos rodea. Es ciertamente una limitación por lo que hay que tratar de aguzarlos para recibir la mayor cantidad de información. De cualquier modo, el modelo de mundo que creamos en nuestro cerebro es único. Cada quien creará el suyo y será diferente al del vecino.
La realidad es un acuerdo. Cada quien tiene su propia percepción del entorno y, al integrarse con la percepción de los demás, forma el conocimiento común. Al decir la verdad solo expresas tu opinión. Puedes estar convencido de ella y creerla como un evangelio, pero si encuentras oposición a tu verdad, reflexiónalo y quizá te sorprenda un aprendizaje profundo. Los políticos y las grandes compańías han aprendido a crear realidades utilizando los medios de comunicación.
Si vas a ayudar a alguien, debes estar convencido de que es una buena y deseada acción. Pregúntale al ayudado si desea tu ayuda. No impongas tu criterio por evidente que parezca, ya que al final ni siquiera recibes agradecimiento y dos personas se sienten incómodas: el ayudado y tú. Esta situación es más evidente con los seres queridos, especialmente los hijos. Cuando les pides algo que no quieren, el argumento y la creencia es que eso es lo mejor para ellos, cuando quizá es solo la forma en que nuestro modelo del mundo los visualiza a ellos. Pero ellos tienen su propio modelo y su propio argumento. Es probable que no lo hagamos por ellos, sino por nosotros mismos en función de lo que queremos para ellos.
                     Marzo 12, 2007


           Cuando un amigo se va (2)                      Por Manuel Galván
Al recibir la noticia de la partida de nuestro amigo, además de la tristeza de perder temporalmente, su compańía me vino de golpe a la mente, como una película, todo lo que me enseńó tanto con su modo de vivir, como de su experiencia de la vida. Parodiando sus palabras me atrevo a resumirlas en lo siguiente "El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables."
                     Marzo 13, 2007


           INTELECTO E INTUICION                      Por Adriana Escamilla
La transición del conocimiento a la sabiduría no es simplemente adquirir primero conocimiento y luego convertirse en sabio de repente. La definición de sabiduría es el saberlo todo intuitivamente de antemano; es independiente de la cantidad de información que acumulemos. No obstante, parece ser que no sabemos cómo resolver esta transición del intelecto a la sabiduría. Hay un gran abismo entre los dos aspectos, y nos sentimos inseguros de cómo abordarlos, cómo poder ser eruditos y yoguis a la vez. Necesitamos un mediador. Y ese mediador es la compasión o el amor; el conocimiento se transforma en sabiduría por medio del amor. Chogyam Trungpa

"El hombre sabio es difícil de encontrar y no se halla en cualquier parte. Cuando un hombre sabio nace, constituye la dicha de su familia." Dhammapada

Esta realidad en la que nos asumimos viviendo, nos hace construir etiquetas, diseńar conceptos, esquematizar, clasificar, MEDIR y después, nos desgastamos tratando de romper las etiquetas, salir de los esquemas, retar los conceptos preestablecidos, no sujetarnos a las estadísticas, Cuando esa trampa nosotros mismos la inventamos...

A 16 días de que mi padre murió, analizó esta simple oración y veo ahí mismo reflejada la reflexión anterior que tanto platique con el: medición:16 días... concepto preestablecido: MI PADRE; etiqueta.... Murió

Algunas personas han etiquetado todas estas reflexiones, estas manifestaciones emocionales (mías y del resto de la familia) como una forma hasta irresponsable de evadirnos de la realidad... Oscar murió

SI, bien es cierto, Oscar fue mi padre, yo fui su hija, y como hija no tengo deseos de intentar definir lo que significa un padre con simples palabras que de ninguna manera pueden expresar lo que esta experiencia de vida vinculada a la de él significa, es simplemente indescriptible, inmensurable, es una línea que tiende al infinito

Me situaré mejor en un plano diferente, tratando de ser "objetiva" si es que se puede ser en un momento en el que más se han cuestionado y abrazado el intelecto y las emociones

En esta realidad que vivimos, estoy concluyendo que; un conjunto de individuos de pronto, se sitúan en un mismo plano de existencia, con afinidades y coincidencias en afectos y en intelecto, y ese conjunto de "Yo's" forma una entidad absoluta, con un comportamiento más o menos definido y alimentado por la interacción entre todos los pequeńos Yo's que lo conforman.... Sin ser la experta, me parece que sería como los átomos que componen una molécula, o los diferentes cuerpos que forman una galaxia.

En esta entidad en la que cada uno de nosotros ha interactuado, sin que necesariamente, Oscar tenga que ser el Núcleo o el Sol alrededor del cual todos los demás elementos estamos girando; (aunque así sea mas sencillo de explicar) a algunos individuos les toco la etiqueta de compańeros de trabajo, otros sus alumnos, otros sus oponentes, algunos sus amigos entrańables, a otros nos toco ser su familia... pero todos somos parte de esa entidad que se formo a partir de la interacción y la construcción de un vínculo amoroso con y alrededor de Oscar.

Así, no veo el caso a tratar de evaluar, o etiquetar, a quien podría hacerle más falta, a quien le dio más, a quien le "duele" más su inexistencia física.

Oscar es para mí un sabio lleno de defectos, manías y una que otra obstinación sin explicación. Es sin lugar a dudas, el único hombre para mí digno de una confianza absoluta, en dónde no existe la mínima posibilidad de traición

Congruente hasta la terquedad
ético desde el código genético
Brillante intelecto
Generoso
Amable
Afectuoso
Solidario
un sabio lleno de defectos
Yo no creo que no se le haya comprendido, que no se le haya aprovechado, que este planeta o este plano de conciencia le quedase chico creo que cada uno de nosotros coincidimos en esta entidad para algo y por algo, algo que aprender, algo que aportar; y en este plano de la existencia, simplemente Oscar concluyo esta etapa de aprendizaje y nos deja innumerables aportaciones... y quizá también nos deja algunos encargos, lecciones por aprender, veintes que nos deberán seguir cayendo, mientras continuemos en este plano de conciencia

he pasado te aseguro por distintas etapas y estoy clara de que aun me faltan muchas otras... pero lo que queda en el fondo de cada una, es SERENIDAD, me siento serena y en paz, ¿Cómo explicar una tristeza sin infelicidad? Así me siento ahora
Amo a mi gran maestro espiritual, a mi amigo, a mi complice, a mi confidente, a mi ejemplo, al padre de mis hermanos, al amigo de sus amigos, a mi padre... amo a Oscar y lo digo en presente porque definitivamente esta presente en cada uno de sus amigos, en las personas que él respeto, que ayudó, que escuchó, que discutieron con el, vive y esta impregnado en todos los que formamos esa entidad, esta en mi corazón, en mi mente, en mis acciones
Desde ese amor que el me inspira, me puedo sentir satisfecha de su vida, de su congruencia hasta el fin, se que el como nosotros, siempre de haberse podido, habría querido un "ratito más"... un ańo más, un mes más, un día más, una hora más, tan sólo unos minutos o unos segundos más....
A fin de cuentas siempre habría querido disfrutar una vez más de escuchar música, debatir con sus amigos, ayudar a alguien, deleitarse con sus nietos, saborear una rica comida, platicar con sus hijos e.t.c. y lo grandioso de todo esto, es que no se limito nunca, no se contradijo, no tuvo una larga agonía, no perdió su lucidez, ni siquiera perdió el apetito....
No puedo simplemente pensar que habría preferido su locura o su sufrimiento a cambio de tenerlo unos segundos más, no es esa la forma de amor que yo concibo

¿Cuánto dura un instante? Cuantas veces me retó con esa pregunta... si hace miles de instantes el estaba fisicamente y dentro de miles de instantes nuevos no estará, entonces en que instante existe y en cual deja de existir
Y yo lo reté con esta respuesta ¿Cuándo empieza el amor? Cómo calculas en que momento exacto empezaste a amar a una persona, en que fecha, a que hora, en que minuto, empezó el amor para Oscar?

Es un milagro de la existencia, el instante es igual que el amor, están ahí, desde antes de que estés conciente de ellos, cuando estas viviéndolos y siguen aún cuando no los ves; fluyen y no solo en una dirección...

estas en amor o no estás, así pues, un ser permanece en cada instante que esta siendo amado y se manifiesta de tantas formas como uno permita que surjan. Para mi, desde este plano imperfecto de existencia, con todas las limitaciones que las etiquetas y los conceptos generan, Oscar no solo sigue vivo si no que al fin no esta atrapado en una sola entidad que era su cuerpo, lo encuentro en cada amigo, en cada alumno, en cada abrazo, en cada nueva persona maravillosa que conozco que no lo conoció pero que con su presencia lo mantiene presente.

Justo el jueves anterior, platicamos y me dijo: -- ...entonces yo he visto, me he asomado a la verdadera realidad de las cosas, en más de una ocasión, en la plenitud de disfrutar uno de los conciertos, ahí está, sencilla, bella y perfecta; ya se cómo es, ya sé de que se trata...-- ese es mi papá, la unión de conocimiento, análisis, intelecto, objetividad, con un profundo amor incondicional e incansable generosidad. Un sabio lleno de defectos.
                     Marzo 28, 2007


      Gracias por todo Prof. óscar Escamilla            Por Ana Laura Estrada Smith
Querido Prof. Escamilla, todos sus alumnos de tantas generaciones estamos agradecidos por la sabiduría que compartió con nosotros, por su infinita vocación docente, su amor a los jóvenes y amor a la vida. En su camino sembró conocimiento, esperanza, fortaleza, ética profesional, compromiso, cumplimiento con el deber, entre muchas otras cualidades que usted mismo practicaba en cada clase y todos los días. Siempre quiso que aprendiéramos el verdadero valor de las cosas. Recordaremos siempre su alegría a las 7.00 de la mańana, su sonrisa optimista frente a cada alumno en los pasillos de Informática. Siempre preocupado por nuestros "problemas", para nosotros graves muchas veces, para usted, una oportunidad de ayudar y reconfortar al que más lo necesitara para animarlo a seguir siempre de pie, su cubículo era más nuestro que suyo, siempre abierto para sus alumnos. Sus valiosos consejos se quedarán grabados en nuestra memoria, su calidez quedará en nuestro corazón y su ética en nuestro desempeńo profesional.

Agradecemos a Dios, y a la vida, por habernos permitido estar en sus clases, con un hombre en búsqueda de la verdad y de la libertad de pensamiento con responsabilidad. Siempre investigando, analizando, para saber más y compartir.

¡Muchas gracias Prof. Escamilla!, por todo lo que nos brindó por más de 20 ańos a sus alumnos. Este homenaje póstumo es muy sencillo comparado con lo que usted merece, pero lo hacemos con mucho carińo. Oramos por su eterno descanso y, que Dios, reconforte a su apreciable familia.

Nosotros, sus alumnos de Informática (Gen. '96) deseamos agradecerle en especial todo su carińo, interés y sabiduría a lo largo de nuestra carrera, pero sobre todo, por la sólida y fraternal amistad que mantuvo con varios de esta generación hasta el final. Gracias querido "Prof.", siempre lo recordaremos con profundo carińo, agradecimiento y respeto.

¡Gracias por querernos tanto!
                     Marzo 2007      (Tomado del Boletín de Ingeniería, con autorización del autor)

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